Jardinería Sostenible. Consejos, principios y prácticas para el cultivo orgánico de vegetales.
La sostenibilidad es un movimiento que abarca todas las facetas de la actividad humana.
«Sostenible» significa perpetuar la existencia, así como proporcionar sustento y alimento.
Hoy en día, la palabra sostenible se une a todo, ya que es una apuesta de futuro, y la jardinería sostenible es un beneficio que te puede traer una recompensa a largo plazo.
La sostenibilidad se asocia más con el medio ambiente y específicamente con nuestros paisajes y jardines.
Pero… ¿Qué es un jardín sostenible?
En un jardín orgánico y sostenible da un paso más en pos de conseguir los grandes resultados que puedas obtener si practicas la jardinería orgánica.
Siguiendo las prácticas de la jardinería orgánica se sustentan los suelos y las plantas, mientras que puedes alimentar y sostener a tu familia, tanto física como estéticamente.
La jardinería orgánica también nos orienta hacia otras prácticas de jardinería que persiguen el objetivo de la sostenibilidad mediante la conservación de los recursos.
La sostenibilidad no es algo tangible sino más bien un estilo de vida.
Tiene recompensas inmediatas, así como también a largo plazo.
En general, la sostenibilidad es una visión de futuro, de cara a asegurar un futuro para ti y los suyos, hacer las cosas para que duren, haciendo las cosas mejor y con más durabilidad.
Cuando se opta por conservar y proteger los recursos naturales, la jardinería orgánica hace mejor y de menos impacto negativo en la tierra todo aquello que se usa, para alimentar el planeta, así como los que nos rodea.
Definición de sostenibilidad en términos generales es bastante difícil, pero quizá esta cita se aproxime bastante:
«… el diseño, construcción, operación y prácticas de mantenimiento que satisfagan las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades».
La jardinería sostenible es una de las prácticas más importantes y eficaces de sostenibilidad que podemos seguir.
Su práctica y los beneficios incluyen el respeto y la mejora de los suelos, el uso de plantas nativas, arbustos y árboles para crear hermosos paisajes, la alimentación de la familia con alimentos frescos y cultivados orgánicamente de frutas, vegetales y la utilización de todos los recursos renovables que la naturaleza ofrece, a partir del agua de lluvia y de los nutrientes que nos suministra la naturaleza.
Se dice que la sostenibilidad busca… «proteger, restaurar y mejorar la capacidad de los paisajes para proporcionar los servicios que necesitan los ecosistemas”.
La práctica de la sostenibilidad es un alcance de la perfección, un acto de protección del medio ambiente a través de acciones que benefician o hacen menos daño.
Cuanto más nos acercamos a la meta de la sostenibilidad en jardinería, más recompensa a nuestros jardines, nuestras familias y el planeta en su conjunto.
La sostenibilidad no sólo abarca métodos de jardinería orgánica, sino que además se preocupa en la conservación de los recursos naturales a nuestro alcance.
La sostenibilidad a menudo imita el proceso natural, utilizando lo que la naturaleza nos da con tan poco suplemento como podemos manejar.
En resumen, la jardinería sostenible es de bajo mantenimiento, un método ecológico de cultivo, consiguiendo una cosecha mediante agotar mínimamente la tierra y no dañarla de forma permanente con productos que no son naturales y sistemas que tampoco lo son.
A partir de aquí, tienes una lista de principios generales de jardinería sostenible y prácticas que, en conjunto o individualmente, nos acercan a la meta de la sostenibilidad en el ámbito de la jardinería.
Ten en cuenta que las prácticas están relacionadas entre sí, que una influye en la otra; que dos prácticas resultan en beneficios a una tercera o más.
No sólo estas prácticas van a premiar las generaciones futuras, sino que además van a hacer que nuestros jardines sean más saludables y produzcan mayores rendimientos y mejores cultivos.
Compost.
El compostaje tiene el mayor impacto de cualquiera de las prácticas en la jardinería sostenible, ya que la composta recicla y enriquece.
Se beneficia la salud del suelo de tu jardín y beneficia a tu familia al mismo tiempo.
El compostaje de residuos significa que menos material va a la basura, aprovechando todos los recursos y por tanto va más materia orgánica para tu suelo.
El compostaje puede ser tan simple como rastrillar las hojas de tu jardín o tan específico como el compostaje de alimentos.
El cultivo de hortalizas, césped, flores y arbustos o árboles frutales, también te va a traer material para tu compost, fortificando tu jardín mientras se reduce el desperdicio.
Las prácticas de compostaje hacen que los suelos sean de más calidad y también ayudan a conservar el agua.
La siembra de abonos verdes, cultivos de cobertura como el centeno y la avena agregan nitrógeno y otros nutrientes que ayudan a prevenir la erosión durante la primavera y en el otoño la escorrentía.
La conservación de los recursos del agua.
El agua es un bien muy preciado y precioso.
Es fundamental en la jardinería sostenible que el agua se proteja en cuanto a calidad y se preserve.
El jardinero sostenible utilizará barriles de lluvia y sistemas de recogida de agua para proporcionar agua natural y no cogida de la red de agua, para así reducir el consumo y la disminución de agua.
El jardinero sostenible protege la calidad del agua al no utilizar herbicidas o pesticidas que puedan contaminar, ya que se filtra a través del suelo y se dirige de nuevo al servicio de aguas.
El agua que escurre o termina en un drenaje pluvial se desperdicia, por lo que controlar la fuga en con suelos permeables será imprescindible.
Utilizando mantillo se puede prevenir esta circunstancia y así retener el agua en suelos que sean permeables, para que no se evapore o se drene el agua rápidamente.
El objetivo es utilizar sólo para el riego el agua que proporciona la naturaleza en forma de lluvia, logrando que mediante la recolección y almacenamiento no sea necesario otro tipo de suministro de agua para regar.
Dónde la recogida de aguas pluviales es difícil o imposible, se puede utilizar métodos directos de agua, como una regadera o alguna forma de riego por goteo para reducir la perdida de agua por evaporación.
Recuerda que los sistemas por aspersión son un despilfarro debido a su alta tasa de evaporación.
Plantar plantas nativas.
La naturaleza ha diseñado la planta perfecta para cada microclima: la que es originaria de su área.
Comprueba los espacios naturales y consulta a los expertos de jardín locales para las plantas que crecen en tu zona.
Encuentra plantas que, en función de sus condiciones, toleran la sequía, o las altas precipitaciones y las inundaciones estacionales, si es que tu zona tiene este clima.
Las zonas que están expuestas a fuertes vientos pueden necesitar plantas que toleren estos fenómenos naturales.
Guardar semillas.
El ahorro de las semillas y su conservación de una temporada a otra te va a asegurar que podrás seguir plantando en nuevas temporadas.
Puedes comenzar con semillas más fáciles de almacenar: Guisantes, habas, pimientos, tomates y poco a poco ir cogiendo seguridad y experiencia para almacenar otras.
Diseño de jardines.
Cuando los jardineros sostenibles diseñan jardines y paisajes, consideran todos los principios de conservación de recursos para proteger el suelo y las plantas.
Tienes una serie de 5 artículos en donde podrás ver el diseño de un jardín. |
El jardinero sostenible utiliza los mismos suelos de protección , cultivos de rotación y las prácticas de conservación de agua para lograr un impacto mínimo.
El diseño sostenible considera donde se plantan las plantas.
Las plantas de sombra se plantan en zonas sombreadas, incluso puedes aprovechar esta circunstancia para poderlas plantar a la sombra de aquellas plantas que son amantes del sol y son altas.
Las plantas que necesitan agua en abundancia, se plantarán en aquellas zonas en donde se acumula la humedad.
Si realizas un cultivo de asociación vas a evitar e incluso controlar de mejor forma las plagas y controlar su crecimiento y propagación.
Como puedes ver, cuanto más conocimiento se tiene de las plantas y sus características en la jardinería, el diseño del paisaje y tu jardín sostenible es mucho mejor y más fácil.
Técnicas de Mantenimiento.
El cómo cuidar de tu jardín es un largo camino hacia la consecución de la sostenibilidad.
El uso de insectos beneficiosos para el control de plagas no sólo beneficia a tu jardín, sino que puede convertirse en una valiosa lección en la ciencia natural para otros por sus enormes beneficios en cuanto a sostenibilidad.
Como puedes ver, estos principios, en conjunto, abarcan los métodos y técnicas que se pueden aplicar en la jardinería sostenible, que si bien es cierto no reúnen todos los que se usan, si son una recopilación a modo de tomar idea para poder practicarlos.
La jardinería sostenible es un bien común, con beneficios en todos los aspectos, tanto para tu familia, tus cultivos y en general su ámbito no tiene fronteras.
En cualquier caso, la mejor herramienta que se puede utilizar para perseguir el objetivo de la sostenibilidad en la jardinería es el “conocimiento” y el efecto más grande que puede tener en la sostenibilidad es compartir ese conocimiento.
Ese proceso de compartir forma una gran parte de hacer jardines y paisajes sostenibles: la transmisión de lo que se sabe.